Camino

Llego caminando, esperando a Edward.
Vaya... no sabía que también hubiera un lago aquí.

Escucho los pasos de alguien en mi dirección. Creo que es Edward.
- Oye Edward, no sabía que hub... -me quedo muda al ver que no es él. Enrojezco ligeramente-. Eh... hola.

- Desde luego, un chico bastante distinto a ti -parpadeo un par de veces-. Venía conmigo hacia aquí... Por cierto, soy Elwe.

- Encantada, Cloud...
Me muevo algo incómoda.

- Bueno... es que acabo de llegar hace nada, y me encuentro un poco perdida. No sé a dónde tengo qué ir, qué límites tiene esto, cómo es la gente... ya sabes.

- Eh, bueno... supongo que no... de momento.

- Sirena. ¿Y tú?

Abro los ojos sorprendida.

-Oh, vaya... nunca había conocido a ninguno. Ni a ninguna... no conocía a más personas... como yo, no sé... -sonrío abiertamente-. Es tan... extraño.

- He vivido el tiempo que recuerdo en Irlanda, en tierra... Un hombre me acogió, cuidó de mí, y al morir me dijo que viniera aquí.

- Yo nunca salí de allí...
Recuerdo brevemente los años anteriores. Mi expresión se endurece un poco.

- Bueno... -me encojo de hombros-. Digamos sencillamente que mi... "condición" de sirena me ha causado algunos problemas a lo largo de mi vida.

- ¿Hipnotizar? No... o al menos, no conscientemente... Pero ya sabes. Los niños pueden ser muy crueles con la gente diferente -sonrío con amargura.