Dormitorio de Meredith

-Es que a las horas que son - consulto mi reloj - no me voy a poner a buscar habitación - le digo sonriendo - Gracias - le digo quitándome la ropa y quedándome en ropa interior para dormir

Sonrío y me meto entre las sábanas
-Entonces debes de haber visto a mucha gente desnuda - bromeo

-Pues nada, ya estoy en una de tus listas - le digo girándome para mirarla

-¿Quien figura en esa otra lista? - le pregunto curioso

-Interesante - murmuro sumergiendome en el sueño

Me despierto cuando los rayos del Sol empiezan a entrar por la ventana. Cuando consigo enfocar bien la vista me incorporo de la cama y veo a Meredith ahí, mirándo tranquilamente.
-Buenos días - la saludo con una gran sonrisa - ¿Qué tal tu noche?

-Sí, tienes una cama cómoda. Una pena que no puedas disfrutarla - le digo sonriendo mientras me levanto de la cama a coger ropa limpia de mi mochila, que está tirada al lado de Merth. - ¿Qué planes tienes para hoy? - pregunto interesado cogiendo la mochila y rebuscando dentro

-Podíamos ir a la ciudad, o a dar una vuelta por algún otro sitio. Así no te aburres - le digo vistiendome

-Entonces ya está - le digo dejando la mochila en la cama y cogiéndola de la mano - ¡Vámonos! - le digo saltando los dos a la vez por la ventana

Asiento y me tiro sobre ella hasta tumbarla en la cama. La acomodo sobre mi y la huelo.
-Hueles cada vez mejor. Hueles a mi - le digo cerrando los ojos

-Bueno aquí tienes a tu perro faldero para defenderte - le digo besándola en la frente

Le correspondí el beso con ternura
-Mientras yo te quiera a ti y tú a mi, es lo único que importa - dije acariciandole la mejilla