Dormitorio de Alice

Recuerdo del primer mensaje :

Tras recorrer los dormitorios, escogí el más grande de los que quedaban disponibles.
Frente a la puerta estaba el escritorio que hacía esquina y escondida a primera vista, estaba la cama. Una cama de matrimonio, y al lado una mesilla. El armario se encontraba frente a la cama, en la pared de la puerta.
Entré y dejé las maletas sobre un sofá que había bajo una ventana, me acerqué a la cama y me tiré en plancha.

Bufo por lo bajo pero no paro el beso. Juego con su lengua y le mordisqueo los labios haciéndole sangre y bebiendome lo poco que cae.

-¿Tanto te gustado? -Le digo riendo al ver lo que hace y le continuo besando, acariciandole por el rostro.

-¿Qué si me ha gustado el qué? - le pregunto separándome lo suficiente para poder verle la cara

-Mi sangre, ya veo que te gusta.-Le digo sonriendo.

-La tuya y la de cualquiera que se me ponga por delante - le digo para que no se lo crea - No eres tan especial como crees creerte - le aclaro indiferente

-¿Y entonces porque no me has matado aun? -Le digo riendo.

-Porque eres guapo y besas bien. Me sirves como juguete - le aclaro sin darle mucha importacia

-Oh, como era eso que dijiste antes... Ah, si. Que esas cosas no te interesaban.-Le digo riendo.-Pero bueno, me lo tomare como un cumplido.

Suspiro
-¿Vas a seguir jugando conmigo o prefieres parar y besarme? - le pregunto cruzandome de brazos

-No se yo que es mas divertido ¿eh?-Bromeo y me acerco a ella de nuevo.-Casi que me quedo con lo segundo.-Le digo besandola de nuevo.

Suspiro contra sus labios y me pongo sobre él pero si dejar caer todo mi peso
-Buena elección - le susurro en el oído mordiéndole el lóbulo de la oreja

-Eso me parece a mi.-Le digo sonriendo y giro la cabeza para volver a besarla, mientras le acaricio por la espalda.

Me tiro al otro lado dejándole solo.
-No creo que pueda seguir sin morderte - le digo mordiéndome el labio avergonzada

Me incorporo quedando sentado.

-Tranquila, es normal. Ademas, ¿dijiste que vienes a aprender a controlarte no? Pues ya iras aprendiendo.

-No voy a volver a practicar contigo - me niego le digo incorporándome a su lado

-Bueno pues no lo hagas conmigo, hay muchos seres con una apetitosa sangre por aqui.-Le digo riendo.

-Pero no va a ser lo mismo - le digo haciendo pucheros - pero no quiero que me provoques más, no te voy a volver a poner en peligro - le pido seria

-Esta bien, intentare no provocarte, pero no lo hago a posta... -Le digo y le sonrio.

-Ya, seguro... - le digo tumbándome de nuevo - Segurísimo. ¿Ya me has provado? - le pregunto sonriendo a su provocación de esta tarde

-Oh, ¿acaso lo dudas? -Le digo riendo.-Pues si, ya te he provado y sabes bien.-Le digo riendo.

-Yo que pensaba que me ibas a probar de otra forma... - le digo fingidamente desilusionada

-Mira la monjita, la que no queria nada...-Le digo riendo.-Ya te dije que pensabas mal de mi.

-Me refería a que me mordieses - le digo ignorando lo que dice de monjitas y no se qué

-Si, si. Seguro que pensabas en eso.-Le digo girando los ojos y me rio.

-Mira que puedes llegar a ser tonto ¡eh! - le digo riéndome mientras le doy un pequeño golpecito en el hombro